Al andar se hace camino...

Este era el título de una sección de la revista Teokikixtli, publicada durante varios años por nuestros amigos Elvia Mante y César Tavera de Baúl Teatro de Monterrey, Nuevo León.
Y de la que esperamos tenga pronto una segunda época.
A propósito de la pérdida de Jorge Ramos Zepeda, compañero titiritero, Elvia y César sacaron nuevamente a la luz esta entrevista, que estamos reproduciendo aquí con su autorización, en espera de que tú que nos lees, compartas con nosotros y con Jorge una experiencia de vida.

¡Vivan los Títeres!
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AL ANDAR SE HACE CAMINO...

ENTREVISTA A JORGE RAMOS ZEPEDA
FUNDADOR Y DIRECTOR DE LA
COMPAÑÍA TEATRAL SERENDIPITY

Por FELIPE DE LA LAMA
Periodista y Crítico Teatral

¿Cuáles eran tus aspiraciones al iniciarte en la carrera teatral?

Mis raíces están firmes en el teatro, mi primer encuentro con él, fue creando un taller de actuación, en donde recibíamos clases particulares con el maestro Pedro Gámez , que iba gratuitamente a mi propia casa, en donde yo reunía a un grupo de amigos de juventud y de los cuales yo soy el único que continúa en la lucha. A raíz de esa primera experiencia, me fue interesando la literatura, la poesía y la dramaturgia, mi maestro me entusiasmó con la idea de inscribirme en la Escuela de Teatro de Bellas Artes, después continué en los cursos del Seguro Social y un día llegó la oportunidad de formar parte de la Compañía Universitaria de Teatro y participar representando a mi país en Festivales Internacionales en Centro y Sudamérica. Al crecer mis aspiraciones, crecieron mis compromisos, sumergido hasta el fondo en el estudio del teatro, el tiempo no me alcanzaba para ir a clases, a ensayos con diversos grupos y al mismo tiempo asistir como espectador al teatro profesional y de aficionados, mi ambición de conocimiento creció, al mismo tiempo que mi vocación se definía con nuevas experiencias, todas ellas inolvidables.

¿Cuáles son esas experiencias inolvidables?

Imposible resumirlas en pocas palabras, fueron años de intensa actividad, desvelos y esfuerzos, pero lo que más recuerdo es que antes de sentirme realmente integrado al medio teatral, con sencillez admirable fui un ejemplar espectador que veía (y actualmente veo) no menos de 200 obras de teatro al año, leía y veía “Teatro en su casa” que se trasmitía en televisión.

¿Lo cual definió el estilo del teatro en el que participaste posteriormente?

A través del descubrimiento de los autores clásicos, en lo posible, trataba de integrarme como actor en obras de importancia, así interpreté a William Shakespeare, E. Allan Poe, Arthur Adamov, Luigui Pirandello, Gil Vicente, Brecht y como estudiante conocí y representé a los grandes dramaturgos mexicanos; Carballido, Villaurrutia, Magaña, etc..., la influencia de Alejandro Jodorovsky, Julio Castillo y Abraham Oceransky también son definitivas, haber trabajado con Nicolás Núñez, Alejandro Bichir, Eduardo Ruiz Saviñón, Edgar Vivar y en teatro Universitario, me volvieron muy exigente y perfeccionista. A partir de 1972 me inicié como director de escena con un grupo de la Universidad del Valle de México y continúo como director independiente hasta la fecha.

¿Vivías del teatro? ¿Vives ahora de él?

Ni antes, ni ahora me he preocupado de vivir del teatro, me ocupo más bien de la vocación que me persigue, siempre pienso que me va a faltar tiempo, para hacer todo lo que me propongo realizar, el dinero va y viene y a veces me sirve para hacer mejor las cosas, pero de ningún modo ha sido un obstáculo, siempre he logrado hacer lo que me propongo y nunca me he traicionado, ni he traicionado a los que creen en mis proyectos.

¿Cuáles son tus principales logros después de 35 años de trayectoria ininterrumpida?

Hace tiempo que descubrí que una fuerza divina me favoreció con su gracia. Mi riqueza acumulada consiste en un archivo de notas periodísticas que hablan de mi trayectoria que a veces siento ajena, una pared tapizada de placas y diplomas que recuerdan los bellos momentos, celebraciones de aniversarios, reconocimientos de la crítica teatral y de festivales nacionales e internacionales de teatro y una videoteca donde guardo todas las imágenes de las obras en las que he actuado, producido o dirigido, especialmente la de SERENDIPITY, pero en realidad, lo que me hace sentir realmente vivo es: la pasión por el trabajo teatral, cuando sostengo con ahínco una idea, cuando defiendo con creatividad mis propuestas y especialmente cuando subo al escenario y logro escuchar al final los aplausos.

¿Cuándo los títeres eclipsaron al actor? Considerando que el director sigue más vivo que nunca.

En mi experiencia como actor por más de tres décadas, he conocido el abuso, al director/manipulador, al director/dictador o déspota, el agotamiento físico, la presión del escenario, la frialdad del público, la entrega sin condiciones, la crítica que elogia o descalifica tu labor, la intriga entre camerinos, la injusticia, la traición y por supuesto EL ÉXITO, aun así, sigo persiguiendo mis ideales y lo hago hasta sus últimas consecuencias, un día, reflexionando sobre nuevas aspiraciones yo, que en mi pequeñez también soy juez absoluto, decidí experimentar con el teatro de títeres, sin pensar que me adaptaría por el resto de mi vida.

¿Cómo comprobar que no hubo equivocación en tan importante decisión?

Fui aproximándome lentamente a los títeres, casi jugando, en un principio me pareció que descendía varios escalones de lo ya andado, incluso sufrí críticas por hacerlo, apliqué todos mis conocimientos y experiencia teatral de más de 15 años y “empecé de nuevo”, quise (después de haber actuado en México y el extranjero, de haber impartido talleres de teatro y cursos de títeres a niños y adultos) iniciarme desde “abajo”, llevar mis primeras creaciones a la kermesse y a las fiestas infantiles, después ambicioné producir una obra de teatro que contribuyera a mejorar o cambiar el panorama actual de los títeres. Desde 1978 han pasado 21 años y junto con Rosa María Ruiz Otero, hemos cosechado premios, elogios, comentarios, bendiciones, largas temporadas, críticas favorables y hemos inaugurado importantes escenarios. En más de 20 años, el gusanito de la actuación nunca ha dejado de “picarme”, pero es hasta ahora que aprovecho cualquier oportunidad para participar como actor y dirigir otros grupos, siempre y cuando no interfiera en los compromisos de la compañía y es que en el mundo de los títeres descubrí que reina la paz, es un teatro lleno de virtudes al que he bautizado con el nombre de SERENDIPITY, porque su significado es “HALLAZGO FELIZ”.

¿Cuánto tiempo dedicas a la creación de las obras?

El teatro y la vida nos aleccionan cada día, yo veo un escenario en cada esquina, cada rostro y cada palabra me ayudan a inventar un escena, el rescate de voces, sonidos e imágenes por imperfectas que éstas sean, tarde o temprano, sirven para concretar un momento mágico en el escenario, mi vida particular concretamente es la que apenas vivo cada día.

¿Cuál es el repertorio y los premios obtenidos en más de dos décadas?

El repertorio actual está compuesto por la Pastorela Serendipity (1978), El Circo Serendipity (1979), Serendipity Can can cabaret (1992) y El vuelo mágico de Serendipity (1998), actualmente se prepara la producción de El duende Serendipity y una pastorela titulada Coloquio del Padre Nuestro para el año 2000.
Serendipity ha recibido en 10 ocasiones los premios “Rosete Aranda” y “Gachita Amador” al mejor espectáculo de teatro infantil del año, otorgado por los críticos de todas las asociaciones que existen en México.

¿En dónde se han presentado con los espectáculos de la Compañía Teatral Serendipity?

Con más de 2000 representaciones, Serendipity se ha presentado en los más importantes escenarios del DF, en giras por el interior de la República Mexicana, en los principales festivales de teatro nacional e internacional en : Miami, Houston, Ciudad de México, Cervantes en todas partes en Guanajuato, ferias nacionales y en el 98 fuimos los ganadores absolutos del 6o. Festival Nacional de Pastorelas, en que participaron 40 grupos.

En 21 años de trayectoria, ¿cuál es el estilo que define al grupo?

Su sentido de belleza, sus numerosas criaturas de trapo, sus múltiples planos escénicos, que lo distancian del tradicional teatro de títeres, su tema alegre y la ausencia de diálogos, es un teatro cálido, por sus venas corre sangre verdadera, el escenario que pisa Serendipity se llena de luz y color, es una mezcla de tradición y vanguardia, son los sueños, la niñez, los gustos (derechos o retorcidos), las obsesiones y la vida misma de su creador.

¿Quiénes son los principales creativos en el grupo?

Especialmente Rosa María que en la producción pone en juego todo su talento creativo, maneja con grandes aciertos la combinación del color, la belleza física de los muñecos, la elegancia del vestuario y además actúa en todo el repertorio, Carolina su hermana que es creativa por naturaleza y es asistente de producción en todas las obras del repertorio y yo que diseño la idea, escribo la dramaturgia, creo las canciones, selecciono y elaboro la pista musical y de efectos especiales, construyo los teatrinos y la utilería ademas de dirigir escena y actuar.

Y actualmente ¿cuáles son sus principales aspiraciones?

En 21 años de labor conjunta, solo hemos tenido una preocupación, hacer un teatro de calidad para los niños y que los papás lo disfruten, esto en la práctica equivale a invertir siempre todo el tiempo y el dinero ganado en nuevas producciones, por eso nuestro repertorio no es más grande, pero nos gusta ser espectaculares y no escatimar esfuerzos. Serendipity no sólo es teatro de títeres, también participan actores, mimos, bailarines y cantantes, es un teatro con DUENDE que aprovecha todos los recursos técnicos que ofrece un escenario equipado y tiene la capacidad de adaptarse a espacios con menos recursos, incluso al aire libre.

¿Algo que quieras agregar?

Creo que por el teatro es que vivo y que nunca dejaré de practicar este “vicio”, aún no descubro nada mejor en donde invertir mi tiempo, mi fuerza y mi capacidad creadora, creo que nunca podré comprobar si me he equivocado, porque he aprendido a no juzgar lo que amo.

[Publicado originalmente en Teokikixtli, Revista mexicana del arte de los títeres, Año 3, Número 9, Marzo de 2000.]