La fecha 21 de Marzo es relativamente nueva para realizar esta celebración ya que se instituye este día en una asamblea de la Unima Internacional celebrada en el año 2000. La ocasión es buena para compartir, juntarnos con otros como nosotros que caminan por este arte, amantes de los títeres, de los titiriteros y las titiriteras.
Bien amado San Simeón
quien para poder servir mejor al Señor,
hizo un títere de él mismo para ridiculizar al pecado
y ayudarnos a ser fuertes en virtud.
Dannos la misma fortaleza tuya San Simeón
que nos mostraste riéndote de las debilidades de la vida humana.
Mientras en la soledad pedías la guía divina
para salvar nuestras almas.
Pero a mi manera de ver creo que el día del títere no es solo el 21 de marzo.
Para mi el día del títere es y ha sido un lunes o quizá un miércoles o un domingo de función.
En mi memoria remota fue un día escolar, cuando en la primaria Francisco G. Sada nos cobraron una cuota y en el patio se presentó una persona que movía unos muñecos de hilos y que trabajaba junto con un equilibrista al que promocionaban diciendo que podía sostenerse con una mano sobre un envase de coca cola. La sorpresa venía al verque era una réplica de ese envase hecho de madera y de un tamaño descomunal.
Día del títere cuando en la televisión local de Monterrey - en el canal 3 - con el payaso Pipo se presentaba Fely y sus marionetas con los números del pianista y la calaca que se desbarataba.
Día del Títere el jueves, cuando nos sentábamos apresurados frente al televisor esperando la serie inglesa de los Thunderbirds con sus cuatro naves fantásticas y la familia titiritera luchando contra los males del universo.
Tiempo después eran los martes los días del Títere, esperando la serie de los muppets y sus invitados, reconociendo los personajes y adivinando como es que se movían cada uno de ellos.
Como no recordar mi día del títere con Beto y Enrique en la plaza, estando a veces cerca y otras veces leeeejoooos.
Otro día mas en Xalapa, en una muestra nacional de teatro del 83, cuando con la risa, el asombro y alguna que otra flecha que cupido nos mandaba para enamorarnos de esos seres de hule espuma que contaban historias de humor negro, escritas en prosa pero dichas Con–verso y un Pandemonium
Día del títere un lunes de 1985 en las aulas del teatro de la ciudad viendo como un montón de objetos cotidianos realizaban números de circo manipulados por un ecuatoriano que al igual que las sirenas hechizaba con su voz y narraba la historia sobre un burro de planchar. Para después pasar a un taller de construcción de objetos donde lo más importante era la detonación de la sensibilidad.
Día del títere en el Teatro Monterrey y una compañía americana nos envuelve con las rutinas de hilos .
La canadiense Nola Rae presentando "Handlet" una pantomima de manos engrandecida por la iluminación que permitía fuera vista en un teatro a reventar con mas de 900 personas.
Las rutinas de La Trouppe, sus pantomimas de mano y las corridas de toros.
Viruta y Capulina, esos cómicos que en el cine se dejaban arrastrar por Cascabelito.
Días de títeres todos los domingos en el Teatro de la Ciudad de Monterrey a las 12 del día con un grupo diferente cada vez, cuando Issstecultura los llevaba de gira y pudimos ver ahí los pingüinos y sus paraguas, las técnicas novedosas, los hilos, los guantes, las sombras.
Un maravilloso día del títere cuando Roberto Lago, a sus 92 años, nos puso a bailar cantando "este monito de alambre…" en La bodega de Baúl en el segundo Festibaúl.
Jugar con las manos de donde salen ladrando los perros, saltando conejos y volando las aves junto a lamagia de la luz dejando solo las sombras.
Día del Títere al conocer a Pedro Carreón que celebraba sus días bailando tras el teatrino y de vez en cuando repartiendo puntapiés.
Cuando en España vimos a una niña gitana tratando de sacar a su padre de la cárcel, mientras todo el pueblo se incendiaba gracias a la habilidad de cuatro titiriteros del grupo Axioma que orquestaban todo el montaje con 200 títeres en escena.
Cuando en plena oscuridad de un teatro dos brasas encendidas de sendos cigarros de Hugo e Inés nos contaban las historias y no se necesitó más.
Cuándo un títere violaba a una actriz en pleno escenario en Charleville-Mezieres
Y dos viajeros se metían a sus maletas para dormir y soñar mientras llegaba su tren.
Y también, cuando la cachiporra no deja títere con cabeza.
¿Y DÓNDE CELEBRAMOS ESTE DÍA?
En el rincón más alejado de nuestro territorio
En el rincón más alejado del extranjero
En el centro del teatro más equipado
En el centro de la plaza más iluminada
Bajo un arbotante
En el kiosko de la plaza
Detrás de un teatrino de guante en Colombia donde un ladrón te pone una pistola en las costillas y te dice: ¡no baje las manos, este es un asalto!
En la feria del pueblo con 3 segundos para armar tu teatrino y 5 segundos para desarmarlo y abandonar el escenario.
A un lado del perro que siempre se atraviesa en plena función
Lidiando con los niños que centímetro a milímetro van conquistando su acercamiento al escenario bajo la apatía de los padres o maestros
Con los técnicos teatrales del siempre "no hay" y con los que te miman y disfrutan su trabajo
Con los funcionarios "número – estadísticos"
Con los escasos funcionarios que aman su trabajo y apoyan tu día
En Sierra Mojada después de recorrer más de 130 kilómetros de terracería donde los títeres llegan blancos no de susto sino llenos de polvo
En los Centros de Readaptación después de haber sido manipulados bruscamente por los custodios para saber si no llevan nada adentro y emulando a Spejebl y Hurvineck títeres checos que fueron apresados durante la etapa del nazismo
En las escuelas donde aprenden como comportarse frente a un público
En las iglesias siendo irrespetuosos con medida trabajando en el atrio o con el altar como mesa mientras al Santísimo lo cubren con una tela para no faltarle al respeto cuando seguramente también quería ver la función
En los museos, unos exhibiéndose como piezas y otros exhibiéndose en la función
En la plazas comerciales vendiéndose
En las plazas públicas jugando a ser grandes
En las fiestas infantiles compitiendo con el mago, los ponies, brincolines, muñequitas y llorando las mas de las veces por esto
En los festivales viéndose en las manos de otros
En las mesas de crítica, homenajes, análisis, coloquios y reuniones, y los títeres con su impaciencia para seguir moviéndose
Para escuchar ¡ahí va el señor de los títeres!
Para que un niño le diga a las sombras ¡ya estoy grande y no le tengo miedo a la oscuridad!
Por sentir a la distancia la presión del dedo señalando al diablo o al fantasma con el siempre grito acompañante
Por sentir el silencio y los pensamientos paseantes que vienen con la reflexión de un espectáculo
Para emocionarse con un aplauso cálido que te derrite
Y ver ese brillo en los ojos de un público agradecido
Para sentirse complacido por un trabajo bien hecho
Porque este día lo festejamos y preparamos el siguiente
Porque hacemos la tradición día a día
Porque el títere con su magia desaparece al titiritero.
¿PARA QUÉ CELEBRAMOS EL DÍA DEL TÍTERE?
(¿para qué dedicamos nuestra vida a este arte?)
Contestando con palabras de Otto Minera:
Para hacer posible el verbo humanar
Los títeres hacen posible esto, humanar y nos dan la posibilidad de ser personas, personas que se preguntan porque las cosas son como son, si podrían ser mejores
Personas que no solo matan el tiempo sin sentido y sin propósito
Personas que se preguntan:
¿Qué tanto somos personas?
Para llegar a las personas que asisten a ver los títeres en su búsqueda por ser mas humanos y por compartir con los otros la posibilidad de contrarrestar la deshumanización.
En fin.
Porque nos hace vivir y compartir la vida
Hoy es el día del títere ... y mañana también.
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